Como nos vemos?

Las costumbres inveteradas e impregnadas en nuestras sociedades son instrucciones escritas en cuadernos y libros en los cuales, basamos nuestras propias vidas sin poder rompe el círculo vicioso de siempre estar complaciendo las exigencias de los otros y no las de uno mismo. Son los pistilos de esta sociedad los que reproducen, esparcen y rocian estas corrientes idealistas ortodoxas, las cuales reducen al individuo a una sola fase, que es el no indagar en el saber.

La misma desidia del individuo es el motor diario en su vida en este transcurrir de sus días, la confrontación de las vicisitudes con su carácter activo, permite desprenderse de la realidad circundante mas los principio, leyes y normas; lo encadenan a la monotonía y eventos rutinarios los cuales desvanecen al mismo. Aspectos carecientes de dinamismo como la flacidad por la obtención del saber visualizan la misma conformidad y el rechazo a una visión amplia, la cual nos ayudaría y nos favorecería a mejorar nuestras mismas vidas.

Fuerza atractiva y cautivadora es aquella que permite glorificar al individuo/a dando a conocer sus habilidades y destrezas, sus formas espurias y subalternas, extensas pero no profundas, son aquellas que reconfortan a aquellos que solo viven agradando a los otros y basan su felicidad en los demás y se vanaglorian ante los demás, pero aquella fuerza es su propia debilidad porque entre mas ser esfuerza para satisfacer a los demás su espíritu perece cuando llegan las criticas de aquellos que intenta con mucho anhelo agraciar.